Descripción
Perfección formal, agudeza, lucidez, ironía y gracia son algunas de las características que salvan al género aforístico. Si no, se cae en la tonta ingeniosidad, en las meras ocurrencias o en la estéril grandilocuencia. Pero cuando el aforista acierta se produce el milagro. Los buenos aforismos son como relámpagos en la oscuridad.
Con Relámpagos, Ramón Eder incide una vez más en esa reflexión fulgurante e irónica que caracteriza sus textos y nos entrega un ramo de aforismos excepcionales en los que se alternan una implacable lucidez moral y la ligereza del humor más feliz.
Relámpagos de Ramón Eder.