Descripción
París, de José Gutiérrez-Solana.
Los franceses, tan amantes de una España cigarrera y arrebatada y de una cierta idea de lo negro nuestro (afrancesando a su modo los toros, las castañuelas y la Virgen), jamás han transigido ni digerido al más genuino de los españoles, a aquel que nacido de la España más negra estaba llamado a encontrar en ella, como en un pozo muy hondo y cervantino, su venero más puro, claro y limpio. Sí, José Gutiérrez-Solana es mucho Solana para los franceses, que acaso por eso han dejado sus pinturas en los sótanos de sus museos como en su día las condenaron aquí a las “salas del crimen”.
Edición de Ricardo López Serrano y Andrés Trapiello.