Descripción
Los primeros ángeles de Mateo Rello.
Si pisaba el desierto, luego en las dunas
hasta las almadrabas prosperaban.
De tres palabras suyas,
de un rizo de su aliento
nacerán y morían los imperios
en las eras del aire.
Todo lo borra, lo pierde todo
en la extensión de su leyenda…
Sin sed, en una manzana arrugada
ve toda la juventud del mundo.